En lugar de curar, el amor también puede dañarnos, desencadenando una pandemia de emociones debilitadoras
que nos transforman en personas a quienes apenas reconocemos y que se cobra aquello
que deseamos con tanta desesperación.
Los brotes repentinos de inseguridad, celos, obsesión o temor,
sin más, son factores que pueden contribuir a nuestro dolor.
Y, si bien los síntomas del mal de amor pueden ser muchos, todos comparten única causa y una única cura: Tú